El feng shui apuesta por colocar alfombras en casa. Estas ayudan a controlar la velocidad de la energía que entra en la vivienda, mejoran el flujo del chi y aportan estabilidad y calma.
El mes pasado dedicamos nuestra entrada de blog al feng shui. Os explicamos en qué consiste y os dimos algunas ideas para construir ambientes positivos, armónicos y felices.
Es un tema que ha despertado vuestro interés y sobre el que nos habéis preguntado mucho.
En concreto hemos recibido distintos comentarios sobre las alfombras: ¿Qué materiales se alinean con el feng shui? ¿En qué tonos? ¿Cuál es la forma ideal si queremos seguir las pautas de esta filosofía oriental milenaria?
Aquí os damos algunas ideas sobre cómo elegir la alfombra idónea.
Siempre hay que tener en cuenta la forma, color y material, pero además ya sabéis que en el feng shui hay cinco elementos (fuego, agua, tierra, madera y metal) que interactúan con el Bagua de los centros de energía en un espacio.
Cada elemento está asociado con ciertos colores y formas (fuego/triángulo, agua/curvas, tierra/cuadrado, madera/rectángulos y metal/círculos) que nos ayudarán a elegir la alfombra que mejor se ajuste a un determinado espacio.
Imagina que nos encontramos un poco bajos de autoestima, alicaídos y con una percepción un poco triste de nosotros mismos. Buscaremos en este caso fomentar el elemento fuego con colores cálidos como el rojo o el naranja.
Pero ojo, recuerda que todo tiene que tener un equilibrio y una armonía. Con esto queremos decir que, por ejemplo, si una zona de la casa ya cuenta con mucho protagonismo de color, podemos pensar en rebajar la intensidad con una alfombra en tonos neutros.
O al revés. Si es un espacio en el que prima una decoración en tonos apagados, optaremos por alfombras más cargadas de color o en las que se juegue con un estampado de formas geométricas triangulares.
Pero también podemos conseguir diferentes objetivos con la propia forma de la alfombra.
Así, por ejemplo, las circulares animan el flujo del chi y son muy recomendables en espacios en los que queramos potenciar la energía de metal, la inspiración y la agudeza intelectual. Por ejemplo, un despacho de trabajo en casa.
Son un buen recurso, también, para suavizar estancias en las que se concentran muchas esquinas y ángulos de armarios, mesitas o cómodas. Por ejemplo, los dormitorios pequeños o los baños.
En estos últimos, además, es recomendable utilizar tonos azules o tierra que contrarrestan la dureza de los metales, la porcelana o los azulejos.
Recuerda que independientemente de la forma que elijas las proporciones son importantes. Piensa siempre en el todo estético y en el tamaño. Por ejemplo, alfombras demasiado grandes para un espacio provocarán arrugas que, además de feas, resultarán peligrosas. Algo que, desde luego, no ayuda a fluir la energía positiva.
Las formas cuadradas (tierra) y rectangulares (madera) son la mejor apuesta para acompañar zonas de mesas, sillas, butacas y sofás. Son un must en salones y comedores. En este caso buscaremos respetar el feng shui a través de los materiales, estampados, tamaños y colores.
Así, una alfombra roja, rosa o naranja resultará cálida y confortable y estimulará las relaciones en un ambiente de diálogo y participación como puede ser el que se crea en torno a un sofá con butacas o una mesa con sillas.
Pero también podemos apostar por un verde que nos encaje en nuestra decoración y que ayude a circular la energía en torno al concepto de familia.
¿Y si el salón ya está cargado de color? Prueba con tonos neutros y materiales orgánicos como la lana o las fibras naturales.
En resumen, si quieres hacer una buena elección de alfombras en casa atendiendo a la tradición del feng shui, te recomendamos jugar con distintos materiales, formas y colores.
¡El objetivo es conseguir que en todos los espacios de la casa tengamos un poquito de los cinco elementos y así lograr un buen equilibrio!